Las interrupciones en el trabajo
El actor, comediante, escritor y productor de cine John Cleese, conocido por el programa cómico británico Monty Python's Flying Circus, cuenta que de joven, estudiando en Cambridge, descubrió que era capaz de convertir un papel en blanco en un guión que hacía reir a la gente. Le maravilló tanto el descubrimiento que desde entonces se dedicó a observar su propio proceso creativo.
Años después, Cleese afirma sin dudar que lo que más perjudica el trabajo creativo son las interrupciones. Cuando nos ponemos a trabajar con intensidad en un asunto, pasado un tiempo, empiezan a fluir las ideas. Pero si hay una interrupción, ese flujo se corta y retomarlo requiere tiempo. Mientras más complejo sea el tema en el que estábamos trabajando, más tiempo. El video de abajo recoge parte de una excelente conferencia de Cleese al respecto.
En la medida en la que nuestro trabajo implica resolver problemas no operativos –es decir, problemas que no se resuelven aplicando procedimientos y cuya solución no es evidente, como son la mayoría de temas que implican personas–, necesitamos tiempo no sólo para hacer sino tiempo para pensar.
La realidad es que no es fácil lograr trabajar sin interrupciones. Casi diría que pretender cero interrupciones no es posible… pero no por eso hay que dejar de intentarlo. Un primer paso es evitar las distracciones que sí dependen de nosotros. Un segundo paso, que no se suele mencionar, es respetar el tiempo de los que trabajan con nosotros, evitando interrumpirlos innecesariamente.